La mayor parte de la sociedad argentina ya no tolera el estilo del presidente enojado, esa crispación en la que subyace cada semana la búsqueda de un enemigo al cual denostar en público y echarle la culpa de los males presentes. Las urnas, un mes atrás, arrojaron ese veredicto.
Por Fernando Laborda
Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario