Caraduras de siete suelas y, por ende, inmunes a la sensación repulsiva que provoca el ridículo, no los acobarda el denominar “Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico” a un encuentro que rinde un homenaje especial a los sesenta años del régimen carcelario y castrador (del pensamiento crítico) cubano.
Por Mauricio Ortín
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