Al asumir Sarmiento a la presidencia en octubre de 1868, la opinión pública pensó que se terminarían las intrigas y falsedades. Inclusive se pensó en la paz con López y la terminación de la alianza con Brasil, totalmente antipática para la mayoría del pueblo argentino. Sarmiento defraudó totalmente esa esperanza, y anunció que continuaría la guerra y la alianza que calificó de “necesaria, legítima y honorable”.
Ver nota completa…
No hay comentarios:
Publicar un comentario