El Gobierno pecó de excesivo optimismo y, con sus apresuradas predicciones para el actual semestre, no hizo más que crear el caldo de cultivo para la reacción kirchnerista; también lo hizo con el manto de olvido con que intentó cubrir la herencia recibida, al menos al principio.
Por Enrique Guillermo Avogadro
Ver nota completa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario