La sociedad ya entendió, comprendió, asimiló y experimentó en carne propia, que de nada valen litros de tinta gráfica gastada en vano, miles de horas de palabrería en la TV, decenas de “proyectos comunales” cuando la realidad indica que el tan mentado problema de la “inseguridad” se soluciona con dos ítems: Que se cumplan las leyes, que ya están y que se vaya a buscar a los chorros a sus ranchos y aguantaderos, se los lleve a los calabozos y si se resisten… ¡pobres de ellos!Por Patricio Roberto Anderson
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