En estos dias, se ha reinstalado el caso jamas investigado del asesinato del hombre que seguia a nuestro Jefe, el General Juan Domingo Peron quien, ademas, era el jefe del Movimiento Obrero Argentino.
Por Dr. Juan de Dios Romero
Ignacio Rucci fue una víctima del sistema genocida que se propuso destruir las consecuencias liberadoras del retorno del General del Pueblo con vistas a lo que luego se llevó a cabo; la venta, enajenación, mediatización y erosión de la voluntad liberadora y solidaria de todos los trabajadores argentinos.
La construcción ideológica que intelectualmente decidió el homicidio del compañero Rucci tenía también otro propósito; el destruir lo que el General Perón representaba como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Argentina.
Vigente el sistema de representación y ejercicio de los poderes constitucionales de la Patria Argentina, homologados en las urnas con la voluntad del pueblo, era preciso también destruir otra posibilidad cierta, la de construcción del brazo armado e institucional del pueblo como parte de la alianza indisoluble para un destino soberano.
La otra palanca de ese plan siniestro fue el ataque al Regimiento de Olavarria que se encontraba bajo el mando táctico del entonces Coronel Camilo Gay quien a su vez estaba subordinado al mando estratégico de su Comandante en Jefe, el General Juan Domingo Perón, quién estuvo casi dos décadas en el exilio y cuya conducción erosionó y deshizo el poder siniestro del liberalismo que infectó hasta su regreso a las instituciones militares de entonces, el colapso del llamado Gran Acuerdo Nacional fue el colapso decisivo que posibilito que ya entonces, para un “Argentino, nada fuera mejor que otro Argentino”.
Ambos hechos están esencialmente ligados a lo que luego ocurrió en la patria.
Ambos hechos criminales en el marco de la vigencia de la voluntad popular, fueron actividades terroristas destinadas a llevar a la ruina al Proyecto Nacional expuesto por el Líder de los Argentinos en vistas al futuro de una vida armónica y pujante de los argentinos.
Quines hemos sobrevivido a todas esas décadas de tragedia tenemos hoy la enorme obligación moral de recordar a todo lo sucedido con vistas al futuro y construir a partir de lo que la historia nos ha enseñado.
El General Juan Domingo Perón, sigue siendo el Comandante en Jefe de la Nación Argentina y, el compañero Rucci sigue siendo su mano derecha, teñida de lealtad, lealtad que construimos quienes tuvimos el honor y el horror de soportar la vida y dejamos toda nuestra juventud en el marco de una lucha en la Resistencia que sigue hasta hoy y nos desborda por sobre el curso de nuestra vida.
Dr. Juan de Dios Romero
25/09/2008
Trabajador Argentino en la Comisión Nacional de Comunicaciones
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