jueves, 8 de mayo de 2008

Morales tomó represalias contra la Iglesia en Bolivia

El gobierno descalificó al cardenal Terrazas como facilitador del diálogo con la oposición, porque votó en el referendo autonómico cruceño. La Conferencia Episcopal respondió que el prelado es ciudadano boliviano y que, como tal, tiene el legítimo derecho de ejercitar su voto.

El gobierno objetó la participación de la Iglesia Católica en un eventual diálogo con la oposición para zanjar la grave crisis política que vive Bolivia, debido a que la máxima autoridad eclesiástica del país votó el domingo en el referendo de la región rebelde de Santa Cruz.

“Lo cierto es que la Iglesia, por voluntad propia, ha dado un paso al costado”, señaló el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en alusión a la participación del cardenal Julio Terrazas en la consulta autonomistacruceña, considerada ilegal por el Gobierno y por la máxima autoridad electoral del país.

Brazo derecho del presidente, Evo Morales, Quintana indicó que corresponde al gobierno, a los prefectos y la oposición asumir la responsabilidad directa de gestionar el diálogo, aunque una posibilidad de concertación es por ahora sólo una quimera.

La continuidad

La Conferencia Episcopal respondió en un comunicado que “el cardenal Terrazas es ciudadano boliviano y cruceño y como tal tiene el legítimo derecho de ejercitar su voto”.

Destacó además que su sufragio en el referendo “no es incompatible con su función de líder de la Iglesia Católica”.

El Episcopado agregó que el prelado “seguirá sirviendo a la población, velando por la unidad y el bien común de todos los bolivianos”.

El vocero del Arzobispado de Santa Cruz, sacerdote Marcial Chupinagua, declaró que la Iglesia mantendrá sus buenos oficios para articular un encuentro entre el gobierno y los prefectos opositores.

La controversia entre el gobierno y la Iglesia motivó las críticas del prefecto opositor de La Paz, José Luis Paredes, que no está alineado a las demandas autonómicas pero que ve con simpatía este modelo de administración pública.

“El gobierno ha descalificado a la Iglesia; no me parece nada nuevo, éste es un gobierno ateo, no creen en la religión, no creen en la existencia de Dios”, dijo Paredes.Mientras tanto, la Unión Europea observa con preocupación la tensión política en Bolivia y está dispuesta a facilitar un acercamiento entre las partes en conflicto para lograr un acuerdo sobre reforma constitucional y autonomías.

La comisaria de Exteriores, Benita Ferrero Waldner se manifestó en torno a la situación en Bolivia durante una videoconferencia desde Bruselas por la cumbre UE-América Latina, que se realizará en Lima la semana próxima.

“Estamos dispuestos a decir que estamos ahí para facilitar un acercamiento que pueda permitir que todas las partes encuentren por medio del diálogo un acuerdo consensuado sobre reforma constitucional y la autonomía regional”, sostuvo.

No obstante la predisposición europea, la funcionaria resaltó que la resolución de la crisis política es una cuestión del propio país. Destacó que la expectativa europea es de que lleguen a buen puerto los esfuerzos de la Iglesia Católica, la OEA y el grupo de países amigos.

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